Existen varias razones:
Si nunca has llevado un barco,
está claro, no es lo mismo aprender a conducir con un utilitario que con una
limusina, ni aprender a gobernar un barco de 6 metros que uno de 12. La
inercia, el radio de giro, el espacio necesario para parar el barco, la
distancia visual de la proa… son mayores en el barco mayor. Es mejor hacer fáciles
las cosas al principio. Tiempo habrá de practicar con barcos de más eslora y
enriquecer nuestra experiencia. Lo importante es asimilar los principios
básicos, “hacerse” con el barco. Si aprendes a manejar un barco pequeño, sabrás
manejar uno grande con un poco de práctica. En el mar no hay prisas, solo hacer
lo necesario en el momento adecuado.
Debido a la gran eslora de muchos
barcos escuela, los instructores no suelen dejar gobernar a los alumnos dentro
de puerto, lógicamente porque un error en la maniobra de un barco de 7 a 10
toneladas y de 12 a 15 metros es difícil de corregir a tiempo y suele dar lugar
a graves daños a la embarcación propia y a las demás. Los alumnos de prácticas
suelen aprender mirando. Y no es suficiente que te dejen llevar el timón en mar
abierto, sin obstáculos, debes aprender en situaciones reales de maniobra en
puerto.
En los barcos pequeños tú puedes
aprender las maniobras en puerto practicándolas. El instructor será capaz de
corregir rápidamente si te equivocas, incluso intervenir “manualmente” entre
nuestro barco y el obstáculo, ya que el rango de desplazamiento está entre 1,5
y 3,5 toneladas.
Los veleros pequeños llevan caña
en vez de rueda. Se gobiernan más intuitivamente y más rápido. Y si aprendes a
gobernar con caña, sabrás gobernar con rueda, pero si aprendes a gobernar con
rueda, posiblemente tendrás después que aprender a gobernar con caña.
En las prácticas de vela, en un
barco pequeño es posible que el patrón lo haga todo a la vez que gobierna, lo
cual da una visión de conjunto difícil de obtener en un velero de doce metros o
más, y una sensación más viva de que el barco lo maneja uno mismo. Esto también
porque nuestro peso influye en el movimiento del barco, lo cual es mínimo en un
barco de más de 12 metros.
Nuestra experiencia es que vienen
bastantes clientes a recibir clases porque realizaron sus prácticas en veleros
enormes, en cuya maniobra participaron solo largando amarras o colocando
defensas en el mejor de los casos, y después se dan cuenta que no son capaces
de navegar en un velero de seis o siete metros.
Y además, porqué necesita un
P.N.B o un P.E.R. hacer las prácticas en un barco de un tamaño que en principio
no piensa manejar, el primero porque su titulación se lo impide y el segundo porque probablemente vaya a
adquirir o a alquilar alguno bastante menor.